La comida italiana es, sin duda, de las mejores cocinas del mundo. Más allá de su popularidad, comer uno de estos platillos te remonta a los recuerdos de la infancia, a las abuelas preparando la pasta fresca, a los paisajes de olivos y, en su esencia, a la familia.
Italia está dividida en veinte regiones (sí, leíste bien, son veinte en total). Cada una de ellas cuenta con sus propias tradiciones, costumbres y por supuesto, gastronomía. Prato, la ciudad donde nací, está ubicada en la región de la Toscana, en la zona central del país y es una de las principales regiones turísticas de Italia, ya que cuenta con destinos imperdibles como Florencia o Pisa.
La gastronomía de la Toscana (y de Prato) es simple y sencilla y es esto lo que la hace maravillosa e inolvidable: pan, queso, fruta fresca, aceite de oliva, embutidos, entre otros, ¿qué más se puede pedir?
Aquí se elaboran clásicos como el aceite de oliva extra virgen con aceitunas completamente frescas. En las temporadas de octubre y noviembre, se pueden encontrar deliciosas trufas. El plato de pasta típico son los pappardelle, una especie de tallarines anchos y que, usualmente, están acompañados de diferentes salsas y en algunas ocasiones de setas, como en el tradicional Pappardelle ai funghi porcini (setas típicas de la región).
Otro platillo típico es la famosa ribollita (que quiere decir, literalmente, hervida de nuevo). Esta es una sopa que se elabora con algunas verduras como tomates, zanahorias, col negra y judías cannellini. Todo se coce y se junta en una cazuela de barro hasta convertirse en una especie de puré. Se realiza en grandes cantidades por lo que suele recalentarse y de ahí viene su nombre. Se sirve acompañado de pan Toscano tostado.
Aquí llegamos a otro punto muy importante: el pan. En la Toscana existe algo llamado la sacralità del pane y lo que significa es que nunca, por nada del mundo, el pan debe desperdiciarse. Es por eso que lo encontramos en muchos platillos y en diversas presentaciones: remojado en salsa (pappa al pomodoro) o sopa (ribollita), tostado, en panino, bocatas, etc. Es tanto el cuidado y el amor por este, que el pan Toscano cuenta con la denominación de origen protegida (D.O.P) por la Unión Europea.
Hablando de pan, en tu siguiente viaje a Prato, no puedes perderte de un panini de prosciutto Toscano y queso pecorino, el cual se elabora desde hace más de quinientos años y es típico de la región. Generalmente, el pecorino, se elabora con leche de oveja pero también existen algunas variaciones de esta leche mezclada con leche de vaca.
Tampoco puedes dejar de tomar una buena copa de vino (o varias) y es que el vino Toscano es de tradición. El más famoso y conocido de manera internacional es el Chianti aunque existen muchos otros como el Brunelo di Montalcino o el Vino Nobile di Montepulciano, sin dejar de lado el Carmignanoel cual es producido en la provincia de Prato.
Para cerrar con un buen sabor de boca, tenemos los postres y estos tampoco pueden faltar en nuestro recorrido por la gastronomía Toscana. Comenzando con los cantuccini o también conocidos como biscotti di Prato; galletas duras de almendras que se sirven acompañadas de vin Santo (el vino dulce típico de la región) para remojarlas en este .
También está el castagnaccio, un postre elaborado con harina de castañas (de ahí el nombre) y que tiene pasas y piñones, este es un postre típico de otoño. Y otro típico y que se acostumbra a disfrutar en épocas navideñas, es el panforte, un postre con almendras, avellanas, nueces, canela, miel, nuez moscada y naranjas confitadas.
La lista podría seguir y seguir, ya que no solo en Prato sino en toda la región, lo que nunca faltará es comida deliciosa. Así que si piensas realizar un viaje por la Toscana estos platillos deben estar en tu itinerario, estoy seguro que te encantarán.
